¿Gestionas de forma interna el mantenimiento de tu compañía? ¿Te suenan los desafíos que enumeramos continuación?

La gestión del mantenimiento es un campo de trabajo esencial en el actual entorno empresarial donde la seguridad, la eficiencia y el control de coste son vitales. En un primer momento, realizar este trabajo con personal propio puede parecer la forma más económica y controlada de proceder. Sin embargo, los riesgos pueden superar a los beneficios. Según los datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), los trabajos de mantenimiento son responsable del 15 al 20% de los accidentes laborales cada año. Frente a esta situación, la externalización con empresas especializadas se posiciona como una estrategia a tener en cuenta.

 

Los riesgos del mantenimiento interno

A nivel operativo, los trabajadores de mantenimiento de la compañía están expuestos a peligros significativos y propios de su actividad laboral, como caídas, riesgos eléctricos, incendios, etc. De hecho, España registró en 2023 más de 107.800 accidentes laborales de diversa gravedad que estaban directamente vinculados con este tipo de tareas.

Desde un punto de vista económico, mantener un equipo implica una serie de costes fijos importantes como salarios, capacitación continuada e inversión en maquinaria e infraestructura. Además, la falta de especialización del personal puede derivar en ineficiencias que afecten a la productividad, incrementen los tiempos de inactividad y generen costes adicionales por accidentes o errores técnicos.

Además, tampoco se debe pasar por alto la presión que esta carga de trabajo añade a los recursos internos de la compañía, al desviar la atención de otras actividades estratégicas. El coste de oportunidad al utilizar el esfuerzo interno de la compañía en tareas ajenas al núcleo del negocio (core business) puede ser considerable. En un mercado donde la agilidad y la capacidad de innovación son básicas, esta situación es un lastre.

 

Personal interno vs. Servicios externalizados de mantenimiento

Frente a estas circunstancias, llevar a cabo una comparativa entre una estrategia de mantenimiento interno y externalizado puede resultar esclarecedora a la hora de identificar ventajas e inconvenientes clave:

Aspecto

Personal propio

Servicios externalizados

Especialización

Limitada a experiencia interna

Acceso a mejores prácticas y expertos

Costes

Fijos / Improductivo

Variables y ajustados a la demanda / Productivo

Flexibilidad

Baja capacidad de adaptación

Alta, según necesidades

Control

Directo

Dependencia de terceros

Enfoque

Dispersión del core business

Mayor concentración en actividades estratégicas

Cada estrategia de trabajo cuenta con sus ventajas. Si bien los equipos internos permiten un control directo, los servicios ajenos a la compañía ofrecen una mayor flexibilidad y especialización. Ahora bien, un aspecto que no se debe pasar por alto es el acceso a la tecnología más puntera del sector, como los sistemas de mantenimiento predictivo, que los proveedores externos como MIM PPP integran en sus servicios para lograr una mejor planificación y reducir los costes.

 

Beneficios estratégicos de la externalización

Contar con el respaldo de un equipo externo de mantenimiento como MIM PPP reporta múltiples beneficios operativos y financieros:

  1. Enfoque en el core business. Libera recursos internos para que se deriven a actividades clave para el negocio como la innovación y producción.
  1. Mejora Continua. La mejora continua se integra en el servicio, evitando el estancamiento y la falta de progreso, pudiendo controlar mejor a través de la externalización la cantidad de innovación y acciones que se llevan a cabo en los procesos de mantenimiento.
  1. Reduce costes indirectos. Transforma costes fijos en variables y otorga una mayor estabilidad a los presupuestos operativos.
  1. Acceso a lo último en tecnología. Herramientas como los sistemas de Gestión de Mantenimiento Asistido por Ordenador (GMAO) y análisis predictivo que logran prevenir fallos antes de que se produzcan.
  1. Más flexibilidad operativa. Permite ajustar los servicios según las necesidades del mercado, así como adaptarlos a posibles cambios en la demanda o condiciones del negocio.
  1. Optimizar costes. Gracias a su escala y especialización, los proveedores externos logran reducir los gastos sin comprometer la calidad.
  1. Mejora la seguridad laboral. Delegar estos trabajos en profesionales especializados disminuye de forma considerable la exposición a posibles accidentes laborales.
  1. Garantía de cumplimiento normativo. Los proveedores especializados se aseguran de que las operaciones cumplan con los últimos estándares legales y de seguridad.

 

La externalización como tendencia

La creciente complejidad industrial y la presión por optimizar recursos han impulsado la externalización del mantenimiento. De hecho, se estima que el mercado de la gestión de instalaciones alcanzó los 1,9 billones de dólares en 2024. Este crecimiento refleja de forma innegable la apuesta cada vez mayor por esta modalidad de mantenimiento. Además, las tecnologías emergentes como el análisis avanzado de datos, nuevos sistemas de automatización, etc., están redefiniendo el alcance del mantenimiento industrial. Por ello, contar con herramientas avanzadas, no solo será una opción estratégica para las compañías, sino una necesidad para mantenerse competitivas.

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